En nuestro establecimiento de comidas caseras para llevar en Verín preparamos el pulpo al modo tradicional. Ya sabes que nos referimos al inconfundible pulpo a feira pero, ¿cuándo empezó a prepararse de este modo?



Para que el pulpo adquiera la textura necesaria ha de ser cocido en olla de cobre. Es la forma de que la carne se ablande hasta el punto justo. Antes de nada, hay que asustar al pulpo. No es otra cosa que meterlo en agua hirviendo unos pocos segundos y repetir el movimiento unas tres veces. En A Casa do Pulpo te recordamos que tradicionalmente el pulpo se cocinaba al aire libre en lo que se conocía como “polbeiras”. Además de estos, hay que tener presente que hay una sutil diferencia entre el pulpo a la gallega y el pulpo a feira. Este último tan sólo se prepara con el pulpo cocido, el pimentón, el aceite de oliva y la sal gorda. En cambio, en la otra preparación encontramos los inconfundibles cachelos. En algunas zonas incluso se le añade una salsa de ajo arriero, elaborada a partir de un refrito de ajo, pimentón y sal fina. 


Sea como sea, en nuestro restaurante de comidas caseras para llevar de Verín degustarás el pulpo más sabroso y preparado respetando la receta tradicional. Hay personas que prefieren no echar sal ni durante ni después de la cocción ya que opinan que el pulpo conserva su gusto salado como producto procedente del mar. Aunque se mantenga el modo de elaboración tradicional, las técnicas de conservación han evolucionado mucho en los últimos tiempos. De hecho, a día de hoy se usan frigoríficos industriales para conservar el pulpo en perfecto estado después de ser capturado. Antiguamente se hacía recurriendo a la técnica del secado para poder trasladarlo desde Galicia a distintos puntos de la Península.