A lo largo de nuestra trayectoria como especialistas en la cocina gallega en Verín, podemos afirmar que cada vez más personas acuden a nuestro establecimiento para degustar uno de los platos más típicos de nuestra tierra: el pulpo a la gallega. En esta ocasión nos gustaría aprovechar esta publicación para explicarte algunas curiosidades relacionadas con esta elaboración, concretamente acerca de su conservación.

Antes de que llegase a nuestras vidas el frío industrial, para que el pulpo se conservara en buen estado la forma más popular de hacerlo era a través del secado, extendido y colgado al sol. Para ello también eran necesarios los días de nortada, aquellos en los que el frío apretaba con fuertes vientos del nordeste despejando los cielos gallegos. El sol y el aire frío y seco permitían conservar a la perfección el pulpo y solo había que ponerlo a remojo antes de cocinarlo para rehidratarlo.

Como especialistas en la cocina gallega en Verín, nos gustaría señalar que por este motivo el pulpo ha sido uno de los productos estrella de nuestra tierra y con tanto arraigo. No había feria, reunión o romería del pasado que no sucumbiera a los encantos de este alimento, por eso se popularizo tanto este plato. Asimismo queremos recordarte que a pesar de que en el resto del país se cree que hay que servirlo con patatas, tradicionalmente no las lleva.  

En A Casa do Pulpo encontrarás el mejor lugar para degustar los platos más típicos de la gastronomía gallega. Utilizamos productos de primera calidad y te garantizamos un ambiente agradable, amable y cercano.